El efecto isla de calor – Prof. Dr. Fritz Vahrenholt

Artículo original en alemán

Traducción: FP para OVALmedia

Temas:

– El efecto isla de calor

– La influencia de la radiación solar en la evolución de la temperatura

– La evolución de las emisiones de CO2 en los países del G20

– La contribución de la naturaleza a la estabilización de la concentración de CO2

En agosto de 2023, la desviación de la temperatura global respecto a la media de 30 años de las mediciones por satélite de la Universidad de Alabama (UAH) siguió aumentando ligeramente en comparación con julio. El valor es de 0,69 grados centígrados y representa la segunda mayor desviación de la media a largo plazo desde 1979. El aumento medio de la temperatura por década desde 1979 es de 0,14 grados centígrados. Un nuevo aumento de esta magnitud no es motivo de preocupación, ni mucho menos de pánico.

El aumento de la temperatura oceánica ha sido de 0,12 grados Celsius por década; el aumento de la temperatura terrestre ha sido de 0,19 grados por década. Más adelante explicaremos por qué la temperatura terrestre está aumentando más.

37 científicos de 17 países publican nuevos hallazgos sobre las causas del calentamiento global

A finales de agosto apareció en la prestigiosa revista Climate una publicación de 37 científicos de 17 países sobre nuevos hallazgos acerca de las causas del calentamiento global en tierra firme. El IPCC había atribuido el 100% de la causa del calentamiento tanto en tierra como en los océanos al aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera. Los 37 científicos llegan a la conclusión diferente de que hay otras causas del aumento de temperatura medido que no pueden atribuirse al aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera.

Me enorgullece anunciar que soy uno de los 37 científicos que publicaron esto.

¿Qué estudió este grupo de científicos?

Para identificar las causas significativas del calentamiento desde 1850 hasta 2018, se investigaron estadísticamente dos fuentes de calentamiento desatendidas por el IPCC:

1. El llamado efecto de las islas de calor urbanas, que refleja la influencia del crecimiento de las ciudades en los resultados de las mediciones y el aumento de la temperatura.

2. La influencia de la actividad solar como causa adicional de los aumentos de temperatura no provocados por el CO2.

Sobre el efecto isla de calor

El efecto isla de calor consiste en que las estaciones de medición que antes estaban situadas en zonas puramente rurales ahora están rodeadas de zonas pobladas debido a la urbanización. Un ejemplo es la estación de medición del aeropuerto de Fráncfort, que hace 80 años estaba rodeada de zonas rurales, pero que ahora se ve influida por pistas de aterrizaje, autopistas, edificios y tráfico que almacenan y emiten calor.

El estudio concluye que el 65% de las estaciones de medición rurales de 1850-1900 están ahora totalmente urbanizadas.

¿Por qué es importante? La diferencia de temperatura entre las zonas urbanas y rurales es grave; si las zonas rurales se urbanizan con el tiempo, las respectivas estaciones locales de seguimiento registrarán la temperatura más elevada del entorno urbanizado. Por consiguiente, la ubicación de las estaciones de medición desempeña un papel más importante en la evaluación del aumento global de la temperatura de lo que se pensaba.

Fuente : Lüning/Vahrenholt Verdades no deseadas 2021

Dado que la proporción de estaciones de medición en el campo y en la ciudad se ha desplazado en un 65 % a favor de las ciudades debido al crecimiento de éstas, esto también influye en las causas de la evolución de la temperatura global.

Por tanto, parte del calentamiento de los últimos 150 años en Europa, EE.UU. y, sobre todo, China se debe a cambios en el medio ambiente y no únicamente al aumento de las concentraciones de CO2. El estudio concluye que el efecto es de 0,34 grados centígrados por siglo. Esto no absuelve al CO2, pero el grado de calentamiento de la tierra sería casi un 40% menor sin el efecto isla de calor.

Sobre la influencia de la radiación solar

La influencia del cambio de la radiación solar en el calentamiento global es dada por el IPCC como cercana a cero. Ya me referí a mi publicación en el último boletín de agosto, según la cual la influencia de la radiación solar a través del adelgazamiento de las nubes ha sido de mayor importancia que el llamado efecto invernadero, especialmente en los últimos 20 años.

El estudio de los 37 científicos también llega a una mayor influencia solar para la época anterior: según él, hasta el 70% del calentamiento se debe a las condiciones de irradiación solar.

¿Por qué difieren los resultados de los del IPPC?

El IPCC basa su reconstrucción de los ciclos solares en datos del Observatorio Meteorológico Físico de Davos (PMOD). El estudio anterior se basa en datos del Instituto de Tecnología de California (ACRIM) para reconstruir los ciclos solares.

Hay buenas razones para cada uno de estos dos sistemas de medición por satélite. Las diferencias en los resultados de las mediciones parecen muy pequeñas. Pero si se opta por las mediciones del Instituto Californiano de Tecnología (ACRIM), entonces en la reconstrucción de los ciclos solares del ACRIM la influencia del sol es mayor que la influencia del CO2 en el calentamiento.

En cualquier caso, la publicación demuestra una cosa: las incertidumbres a la hora de determinar el aumento de temperatura no causado por el CO2 son mucho mayores de lo que parece en la percepción pública.

Mientras los científicos «hacen su trabajo», los políticos actúan como si el CO2 fuera la única causa del cambio climático. Persiguen sus propios objetivos sociopolíticos bajo la narrativa de «salvar el clima», cueste lo que cueste a la sociedad.

Importantes países del G20 rechazan la reducción de CO2

En la cumbre del G20 celebrada en la India los días 9 y 10 de septiembre de 2023, Estados Unidos y algunos países europeos intentaron persuadir a otros países como China, India, Rusia, Arabia Saudí y Brasil para que acordaran una reducción del CO2 del 60% para 2035. El intento fracasó porque ninguno de los países BRICS siguió a Occidente.

Si se suman las emisiones de los países occidentales (Estados Unidos, Canadá, Unión Europea), Japón, Corea del Sur, y Australia, representan el 27,1% de las emisiones mundiales.

Los demás países, causantes del 73% de las emisiones mundiales de CO2, no piensan por el momento en reducir sus emisiones de CO2 por razones económicas.

En concreto, el anfitrión de la cumbre del G20, India, no se ha sumado a la iniciativa y ha hecho que su ministro de Energía, Singh, declarara: «Si la economía crece un 7 %, también lo hará la generación de electricidad a partir del carbón». La verdad incómoda es que las energías renovables no son una alternativa realista a las energías fósiles. Además, subrayó: «La necesidad de respaldo para la eólica y la solar mediante baterías multiplica casi por cinco el coste». Además, el coste de las baterías de litio ha aumentado por primera vez desde 2022 un 7% debido al encarecimiento de las materias primas.

Llevamos tiempo intentando hacer llegar este mensaje al Gobierno federal (alemán, NdT), sin éxito hasta ahora.

Unas semanas antes, el enviado del Gobierno estadounidense para el clima, John Kerry, tuvo que darse cuenta durante su visita a China de que este país ha abandonado incluso sus propios objetivos de reducción de CO2. Ya en 2015, China había declarado que quería alcanzar su máximo de emisiones de CO2 en 2030. Ahora, Xi ha declarado que China no sustituirá las centrales eléctricas de carbón por energías renovables mientras no sea económicamente viable. Además, China construirá más centrales eléctricas de carbón.

En 2022, se aprobaron 106 GW (gigavatios = 1000 megavatios) de centrales eléctricas de carbón en China. Una central eléctrica de carbón tiene una capacidad media de 1 GW. En la primera mitad de 2023, se aprobaron en China más centrales eléctricas de carbón con una capacidad total de 52 GW. Es decir, 2 centrales por semana.

En China se están construyendo centrales eléctricas de carbón con una capacidad total de 136 GW. Sólo este aumento equivale a 4 veces la capacidad de todas las centrales de carbón alemanas (35 GW), que deberán cerrarse a más tardar en 2038.

¿Qué significa la expansión de las centrales de carbón en China?

Los 136 GW de nuevas centrales de carbón emitirán 700 millones de toneladas de CO2 adicionales. Esto equivale a unas 70 veces el ahorro de CO2 que el Gobierno alemán quiere conseguir con la Ley de Bombas de Calor. Se supone que esta ley ahorrará unos 10,4 millones de toneladas de CO2 en 2030. Los costes para ello ascenderán a unos 130.000 millones de euros. Esto corresponde a un gasto público y privado de unos 12.500 euros por tonelada de CO2 ahorrada.

Esto significa que esta ley es probablemente una de las medidas de reducción de CO2 más caras de todo el mundo, sin ni siquiera lograr una reducción efectiva y global del CO2. Es evidente que el Gobierno federal no tiene en cuenta la relación coste-beneficio en sus «medidas de protección del clima». Esto significa que ha perdido completamente de vista la proporcionalidad de su política.

¿Es malo que China e India dependan del carbón?

El objetivo de la ONU de cero emisiones netas de CO2 en 2050 se ha desvanecido definitivamente en humo tras la cumbre del G20. Porque las centrales eléctricas que se están construyendo ahora en todo el mundo seguirán, sin duda, conectadas a la red. Ya se habría conseguido mucho si las emisiones pudieran reducirse casi a la mitad de aquí a 2050. La buena noticia es que esta reducción bastaría para detener el crecimiento de la concentración de CO2.

Ya en la actualidad, el 29% de las emisiones son absorbidas por las plantas y el 26% por los océanos, lo que en conjunto supone el 55% de todas las emisiones de CO2 del mundo.

Entre tanto, el profesor Ganteför de Constanza ha respaldado esta postura y se remite -como yo- a la versión larga del IPCC (Grupo de Trabajo 1, FAQ 5.3, p.32).

¿Por qué es suficiente una reducción del 45% de las emisiones de CO2?

Las plantas y los océanos no saben nada de las emisiones de CO2 de las chimeneas. Absorben CO2 del aire en función de la concentración de CO2 en el aire que les rodea. Si se reduce la emisión a la mitad, las plantas y los océanos siguen absorbiendo la misma cantidad de CO2, que corresponde entonces a la emisión. El aumento de CO2 en la atmósfera se detiene.

Gráfica superior: 55% de las emisiones de CO2 son reabsorbidas por océanos y plantas, sin importar el volumen de las emisiones

Gráfica inferior: Si las emisiones de CO2 son reducidas en un 45%, se frena la concentración de CO2, si la absorción de océanos y plantas permanece igual

El efecto de reducir a la mitad el CO2 se basa en los modelos de cálculo del IPCC.

Si además tenemos en cuenta los resultados del estudio antes mencionado de los 37 científicos, el efecto del CO2 en la evolución de la temperatura es incluso significativamente menor: entonces ni siquiera sería necesaria una reducción a la mitad del CO2.

Pero ya, si sólo pretendemos reducir a la mitad las emisiones de CO2, podemos prescindir de las mayores patrañas de la transición energética: bombas de calor para casas viejas, prohibición de motores diesel y gasolina, cargar a la industria con costes de CO2 que la terminan de hundir. La desindustrialización afectaría a millones de ciudadanos, cuyos inmuebles perderían su valor, dificultando así su seguridad de vivienda en la vejez.

Pero, ¿por qué siguen los políticos este rumbo suicida hasta las últimas consecuencias, de modo que periódicos extranjeros como el Telegraph británico ya han publicado el titular: «Cómo Olaf Scholz convirtió a Alemania en el enfermo del mundo«. ¿Por qué el Gobierno se opone a que sigan funcionando centrales térmicas de carbón con captura de CO2, y por qué abandona la energía nuclear o la extracción de gas de esquisto sin pensárselo dos veces? Creen que este «gobierno es el último que aún puede influir activamente en la crisis climática» (Ministra Baerbock). No podrá mantener esta guerra religiosa contra sus propios ciudadanos, empresas y trabajadores. La razón prevalecerá.

Con los mejores deseos

Atentamente,

Fritz Vahrenholt

Otras intervenciones del Prof. Fritz Vahrenholt pueden verse AQUÍ, episodios de nuestra serie COMMENTARY con subtítulos.

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