Scholz, recién elegido, recibido por Biden en febrero de 2022

«PONDREMOS FIN A ESTO»

Autor: PAUL SCHREYER

Versión original en alemán: «Wir werden dem ein Ende setzen», aparecido el 10 de febrero de 2023, en MULTIPOLAR MAGAZIN.

ENLACE al original:

https://multipolar-magazin.de/artikel/wir-werden-dem-ein-ende-setzen

Según las investigaciones del periodista Seymour Hersh, la explosión del gasoducto Nord Stream fue ordenada por el propio presidente estadounidense Joe Biden. Al parecer, buzos de la marina estadounidense llevaron a cabo la operación con la ayuda del ejército noruego. Los principales medios de comunicación dudan de esta versión. Sin embargo, el relato de Hersh se ve respaldado por más pruebas e indicios. El [partido] AfD exige ahora la «retirada de todas las tropas estadounidenses» de Alemania.

PAUL SCHREYER, 10 de febrero de 2023

El 7 de febrero de 2022 -apenas dos semanas antes del ataque ruso a Ucrania- el entonces recién elegido canciller alemán Olaf Scholz realizó una visita inaugural al presidente estadounidense Joe Biden en Washington. La rueda de prensa que siguió a las conversaciones fue en principio discreta. Biden declaró que Alemania y Estados Unidos eran «amigos íntimos y socios fiables» y que podían «contar el uno con el otro». Scholz repitió el mismo concepto de «el fuerte vínculo que tenemos dentro de nuestra asociación transatlántica y el hecho de que ambos países pueden contar el uno con el otro». Ninguno de los dos se refirió al controvertido asunto del Nord Stream.

A continuación, Biden se dispuso a responder a las preguntas de los periodistas presentes. La primera fue de la experimentada periodista de Reuters Andrea Shalal, que lleva años cubriendo la industria armamentística. Ésta formuló a Biden una pregunta muy concreta:

«Señor Presidente, quería preguntarle por el proyecto Nord Stream, al que usted se opone desde hace tiempo. Usted no lo ha mencionado antes, ni tampoco el canciller Scholz. ¿Le ha asegurado hoy el canciller Scholz que si Rusia invade Ucrania, Alemania detendrá realmente este proyecto? ¿Y ha hablado de cuál podría ser la definición de «invasión»?».

La respuesta de Biden fue (redacción original, incluido el lapsus linguae):

«Si Alemania – eeh, si Rusia invade – es decir, si los tanques o las tropas cruzan la frontera de Ucrania de nuevo – entonces habrá – nosotros – ya no habrá más Nord Stream 2″. Pondremos fin a esto».

Shalal replicó: «¿Pero cómo lo harán exactamente, ya que el proyecto y el control del proyecto están en manos de Alemania?».

La respuesta de Biden: «Le prometo que seremos capaces de hacerlo».

Una sonrisa apenas perceptible cruzó su rostro. El periodista de Reuters no tardó en titular: «Si Rusia invade Ucrania, no habrá Nord Stream 2».

Según la investigación de Seymour Hersh, ahora publicada, para entonces Biden ya había decidido volar los oleoductos.

Estancamiento de la investigación

Sorprendentemente, tras la destrucción de tres de las cuatro tuberías de gas natural el 26 de septiembre de 2022, la investigación criminal del suceso se ha estancado. Las autoridades de los países bálticos, Dinamarca y Suecia, se niegan obstinadamente a compartir sus conclusiones con Rusia, e incluso con la opinión pública. Incluso el fiscal general de Alemania guarda silencio, a pesar de las mordaces palabras de Marco Buschmann, su superior y ministro de Justicia, pocos días después de los atentados:

«No nos dejaremos intimidar por el ataque al gasoducto Nord Stream. Junto con nuestros socios europeos, las autoridades alemanas investigarán a los responsables del sabotaje de los gasoductos». La Fiscalía Federal también ha iniciado una investigación para localizar a los saboteadores y llevarlos ante un tribunal alemán».

Cuatro meses después, el Ministerio de Justicia no ha dado ninguna noticia sobre el asunto, y mucho menos ha presentado un informe provisional sobre los resultados de la investigación. Las autoridades alemanas hacen como si nada, al igual que las suecas. Dada la magnitud del atentado, esto requiere una explicación. Además, no cuadra con el anuncio de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que todavía declaró indignada al día siguiente del atentado:

«Cualquier perturbación deliberada de la infraestructura energética activa de Europa es inaceptable y dará lugar a la respuesta más enérgica posible».

¿Qué frenó el interés declarado por la investigación?

El 8 de febrero, casi un año después de la citada rueda de prensa, el legendario reportero Seymour Hersh irrumpe con esta pregunta, que parece dar una respuesta plausible: el esclarecimiento no es deseable porque el autor del atentado no es Rusia, sino el «socio» estadounidense de la OTAN. El hecho de que no haya pruebas contra Rusia fue admitido recientemente por el Fiscal General en una nota al margen: la responsabilidad de Moscú en las explosiones es «actualmente indemostrable».

Sin luz verde de Washington

Pero si, por el contrario, Estados Unidos tampoco fuera responsable, es decir, fuera acusado falsamente, habría que suponer que Washington se lo hizo saber inmediatamente a Moscú a través de sus canales diplomáticos, porque de lo contrario el Kremlin tendría que asumir una declaración informal de guerra por parte de Estados Unidos. Preguntado sobre si se había producido tal contacto tras la publicación de Hersh, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Estados Unidos no se había puesto en contacto con los rusos.

¿Por qué este silencio de los diplomáticos cuando siendo [el país que representan] inocente se le hace sospechosos de un acto de guerra?

Los datos de vigilancia aérea apoyan a Hersh

Uno de los detalles técnicos esenciales de la ejecución del atentado terrorista relatado por Hersh también está respaldado por otra fuente, probablemente desconocida para el periodista. Hersh escribe que en junio de 2022, como parte de un ejercicio naval anual en el Mar Báltico, buzos estadounidenses colocaron explosivos en la tubería, equipados con un detonador que podía activarse mediante una señal sonora. Tres meses después, un avión militar del tipo P-8 Poseidón -una variante del conocido Boeing 737 diseñada para la caza submarina- sobrevoló supuestamente el lugar y dejó caer una boya que emitía la correspondiente señal sonora bajo el agua, desencadenando así las explosiones.

De hecho, pocos días después de los atentados, un antiguo militar y experto en aviación estadounidense ya había publicado datos de vigilancia aérea de dominio público que mostraban un P-8 sobrevolando el lugar de los hechos en el momento de los atentados, tras haber sido repostado por un avión militar en el espacio aéreo sobre Polonia.

El ex analista de la CIA Larry C. Johnson comentó:

«Todavía hay algunos patriotas en la comunidad de inteligencia que están alarmados por el comportamiento ilegal de Biden. Imagino que la administración Biden lanzará una caza de brujas contra los funcionarios de inteligencia que dieron a conocer esta historia a Sy Hersh. Según la Constitución, sólo el Congreso tiene poder para declarar la guerra a otro país. Joe Biden ha usurpado esa autoridad y ha llevado a cabo un acto de guerra contra un aliado de la OTAN (Alemania)».

Dudas de los medios de comunicación

Los medios de comunicación alemanes, sin embargo, siguen dudando de la historia. Sobre todo, critican el hecho de que Hersh sólo se refiera a una fuente -y anónima, además-, lo que, por supuesto, no puede omitirse con revelaciones de tal magnitud y explosividad. Si la fuente se hiciera pública, no sólo peligraría su futuro profesional, sino también su vida y la seguridad de su familia. Muchas de las publicaciones más explosivas y premiadas de Hersh se basan en fuentes anónimas del aparato militar y de seguridad estadounidense, con el que este hombre de 85 años ha mantenido un estrecho contacto durante más de 50 años.

Otros puntos críticos se recogen en un „fact-check“ de [la cadena televisiva] ARD, por parte del investigador Julian Pawlak, de la Universidad de las Fuerzas Armadas Federales de Hamburgo. Pawlak, que colabora con el Ministerio de Defensa «para formar opiniones y estrategias», critica en el Tagesschau (programa noticiero, N.d.T.) afirmando que Hersh «eligió selectivamente» las pruebas, aunque sin poder demostrar esta acusación. En cualquier caso, Pawlak no puede demostrar que Hersh omitiera hechos que cuestionan fundamentalmente su afirmación de que Estados Unidos fue responsable. En cambio, subraya que, por lo general, es «difícil» llevar a cabo una operación encubierta durante un ejercicio militar, tal y como la había descrito Hersh. Pawlak también señala que «un ataque a Alemania, otro aliado, torpedearía toda la cohesión».

«La retirada de todas las tropas estadounidenses sería la consecuencia».

Mientras tanto, el Gobierno alemán guarda silencio. En la rueda de prensa gubernamental del 10 de febrero, hay diez minutos de torpes balbuceos de «no sabemos nada al respecto» y «no podemos decir más». El mismo día, a petición de la AfD, el Bundestag alemán debatió durante una hora la relevancia del informe Hersh. El líder del grupo parlamentario de la AfD, Tino Chrupalla, declaró:

«Se trata de la acción terrorista más grave contra infraestructuras críticas desde la Segunda Guerra Mundial. (…) Tenemos que replantearnos nuestra posición en Europa y en el mundo occidental y, en caso de que los oleoductos hayan sido destruidos por los aliados occidentales, también reevaluarla por completo».

En un comunicado de prensa del día anterior, el político ya había llamado a preguntarse si la OTAN «garantiza la seguridad en Europa o más bien la pone en peligro». Y, continuaba Chrupalla, «la retirada de todas las tropas estadounidenses sería la consecuencia».

El economista Michael Hudson ya había apuntado en una dirección similar una semana después de los atentados:

«El verdadero problema es que la única forma que tiene Alemania de restablecer el comercio con Rusia es abandonar la OTAN, cuando se dé cuenta de que es la principal víctima de la guerra de la OTAN».

[El político] Oskar Lafontaine lo expresó así hace unos días, bajo el titular «Los vasallos no se rebelan»:

«Somos una república vasalla cuyos principales representantes son incapaces y están demasiado asustados para representar los intereses de su propio pueblo. (…) Quizá algún día nos demos cuenta de que se desprecia a quien no se respeta, a quien pierde el respeto de sí mismo».

Enlaces de interés:

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